domingo, 24 de abril de 2016

La Pelea Amarilla

entre Pulitzer y Heart

"We called them Yellow because they are yellow"

























Si buscabas  culpables de la gran popularidad de los periódicos sensacionalistas en el Perú, aquí los tienes: comenzando por el cabecilla Joseph Pulitzer y seguido por Hearts William.

Todo nace con la creación de la tira cómica "The yellowkid" de Outcault.(Un niño que llevaba puesto un camisón amarillo, sin zapatos) Pero, se llama así a la prensa por el conflicto que generó la publicación de esta tira. 


En un inicio, apareció en el New York World de Joseph Pulitzer en 1895. Sin embargo, dos años después, en 1897, Outcault publicó su obra en el New York Journal de William Randolph Hearst. Lo que iniciaría la guerra entre estos dos editores. Pues, Pulitzer mantuvo al Chico amarillo, pero con otro dibujante. Así, ambos periódicos publicaban la tira cómica (que permanecía con el personaje y el estilo). Es por esta rivalidad y la necesidad de sensacionalismo que tenían ambos periódicos que se empieza a llamar "prensa amarilla".


Conociendo a los culpables:


En 1890, se construyó El New York World Building Journal que fue creada en 1883 por Joseph Pulitzer, Húngaro de nacimiento, en 1864 emigro a Estados Unidos para luchar en la Guerra Civil Estadounidense con la esperanza de tener un futuro mejor.



En 1872 compró el periódico en el que laboraba y seguidamente el diario St. Louis Dispatch por un monto de 5700 dólares y los fusiono creando el periódico St. Louis Post-Dispatch.

Pulitzer decidió que este periódico debía ser el portavoz del hombre corriente emitiendo noticias populistas llevándolo a convertirse en el diario más popular de San Luis, iniciando su nueva visión de periodismo.

Un dato plus!
 El primer crucigrama publicado en la historia apareció en este periódico el 21 de diciembre de 1913 (así que también podemos catalogarlo como culpable de aquel buen vicio humano)



Por otro lado... también en la ciudad de Nueva York existía un periódico llamado New York Journal de William Randolph Hearst un conocido magnate y empresario que inspirado por el trabajo de Pulitzer y, adhiriendo a sus contenidos titulares incendiarios alejados de la neutralidad  y rigor periodístico, creo la prensa amarilla la cual tenía como único fin vender el mayor número de ejemplares.


Hearst es recordado también por ser representado en el personaje principal de la película Citizen Kane de Orson Welles, pues fue su fuente de inspiración. (Aunque Hearst intentó impedir que se estrenara, la película salió por más vendidos que estuvieron algunas salas de cine). Hearst, quien nació en una familia adinerada, estuvo siempre en la política y el mundo empresarial, y una de sus tantas adquisiciones fue el The New York Journal. En cuanto a política, intentó siempre alcanzar un puesto, y manipulaba la información o resultados (exagerando o inventando). Desde esas acciones, Hearst ya daba origen al sensacionalismo.

Hearst es recordado también por ser representado en el personaje principal de la película Citizen Kane (Ciudadano kane) de Orson Welles.


Quizás una de las batallas más encarnizadas entre estos dos grandes diarios fue el contenido generado sobra La Guerra hispano-estadounidense, debido a la cantidad de noticias con fuentes fraudulentas, carentes de hechos concretos y dirigidos en base a la venta de diarios o algún beneficio personal.



A pesar de esto, la batalla entre nuestros culpables Pulitzer y Hearst creo una nueva forma de hacer prensa la cual revoluciono la profesión y la sociedad. Gracias a ellos podemos ver, en la actualidad, periódicos que siguen utilizando las mismas técnicas obteniendo los mismos resultados. 

Fuentes:
- sepp.pe
- wikipedia 

sábado, 16 de abril de 2016

Premiación Cinemafic 2015-16




El jueves 31  de marzo en el auditorio del ICPNA de Miraflores a las 7:00 pm se realizó la premiación del concurso de relatos sobre cine en el Perú, CINEMAFIC.

El evento fue organizado por Cinematosis y Libros Delivery  quienes prepararon una ceremonia que contó con presentaciones musicales, proyecciones de cortos y muchas sorpresas para los ganadores. El encargado de animar la noche fue el actor Gian Morales, quien participó en la obra teatral “Los Locos Addams”


Uno de los cortos presentados fue “Petalos” realizados por alumnas de UCAL y también Ganador del premio de financiamiento "Cortos de Vista 2015”.
Los invitados especiales de la noche fueron el elenco de la película peruana Realizada por los hermanos Flores: "La Venganza del Fachoy" (primera comedia peruana de artes marciales), quienes realizarán un sketch y presentaron junto a Alexiel Vidam -Directora general de Cinematosis- al gran ganador de la noche Jean carlo Cáceres con el relato  “La morgue”, debido a que Jean Carlo se encontraba en Tácna el premio fue entregado a uno de familiares en Lima.


Para finalizar la ceremonia se presentó la la banda rock/ jazz  “Le Gang”, quienes interpretaron un cover de Pulp Fiction con el que cerraron la noche junto  a un brindis de honor.

Redactado por : Veronica Apolaya

jueves, 14 de abril de 2016

LA DANZA DE UN SAMURÁ


Por Mayra Salas|Miercoles 30 de Diciembre del 2015 | 9:22

En días en los que la fiebre de Star Wars es tan aplastante, vale la pena recordar a aquel actor que rechazó los papeles de Darth Vader y Obi Wan Kenobi, preocupado por el acabado sospechoso de la figura del samurái en medio de androides y seres extraterrestres con aires estadounidenses. Esta desazón no podía sino provenir de un artista que había trabajado las formas más admirables, irreverentes y finas de ser un samurái, al lado de Akira Kurosawa, quien logró la forma más acabada de ser un director. Recordemos a Toshiro Mifune, cuya muerte acaeció un 24 de diciembre, hace dieciocho años.

 

Toshiro Mifune ha sido la estrella japonesa con más reconocimiento a nivel mundial. Dentro de pocos días, su nombre quedará estampado para siempre en una de esas losas estrelladas del Hollywood walk of fame, junto a figuras como Matthew McConaughey, Matt Damon, Cate Blanchett, Quentin Tarantino y hasta su compatriota Godzilla.

Nació y vivió en China hasta cumplir los 19, pero su ascendencia era nipona. Es por ello que, ni bien terminó la secundaria, tuvo que enrolarse a las huestes militares japonesas y pelear por un lugar que aún no conocía. Una de sus misiones en la base Tokkotai consistió en despedir, de la forma más apropiada posible, a los pilotos kamikaze en sus destinos suicidas. Muchos años después contaría que lo único que se le ocurrió decirles fue: “¡Clamen por sus madres, no tengan vergüenza!”. Cuando al fin conoció Japón, luego de terminada la Segunda Guerra Mundial, tuvo que buscar trabajo.

EL ENCUENTRO


Como cualquier mortal, mandó su CV a varias empresas para trabajar de camarógrafo. Pero los dioses lo desviaron hasta el departamento de actuación de la compañía de producción cinematográfica más grande de Japón, los Toho Studios. Corría el año 1947 y esta casa productora andaba en busca de nuevos talentos. Cientos de aspirantes tendrían el privilegio de ser repudiados por el cineasta Kurosawa, uno de los miembros del jurado. El director adorado por Ford Coppola, George Lucas y Steven Spielberg se refiere así al momento en que le llegó el turno a Mifune,

“(Vi) un muchacho tambaleando por todo el cuarto en un frenesí violento… Fue tan aterrador como mirar a una bestia herida tratando de liberarse con todas sus fuerzas. Yo estaba paralizado”.

Mifune perdió la competencia. Kurosawa perdió la compostura. Había encontrado la materia con la cual forjar, no uno, sino múltiples hombres. Así se concertó acaso la más intensa y legendaria relación entre un director y un actor en la historia del cine, consagrada en quince películas, todas obras maestras. A continuación proponemos tres en las que podrás apreciar y adorar el talento fulminante de Mifune.

LA FORTALEZA ESCONDIDA


Una princesa emprende una entrañable aventura junto a dos bribones que se convierten en sus paladines de la noche a la mañana. ¿Te suena este argumento? Bueno, George Lucas lo plagió de Kurosawa. En esta travesía, Toshiro Mifune hace el papel del general Rokurota Makebe, un eminente servidor de una dinastía a punto de desaparecer. Su actuación está caracterizada por una distinción propia de una autoridad cuyo fin es noble. Su valentía nos conmueve.

RASHOMON


En tiempos donde alegar una única verdad ha pasado de moda, esta obra maestra, comparable a Ciudadano Kane sitúa el drama, no a nivel de los hechos, sino de sus interpretaciones. Las secuelas de un homicidio son las cuatro versiones del mismo, defendidas por cuatro puntos de vista diferentes, entre ellos el de un muerto. Toshiro Mifune hace el papel del bandido Tajomaru, en cuya versión asoma la atribución de la responsabilidad por el asesinato del samurái y la violación de su esposa. Se trata de un excepcional delincuente, pues su versión, su lenguaje, es también excepcional. Los jueces somos nosotros y, como tales, estamos destinados al desconcierto, pero también a la inusual alegría de ver una película genial.

SIETE SAMURÁIS




Un tema recurrente en el cine japonés ha sido el de los samuráis. Pero nadie, hasta 1954, fecha en que se estrenó esta película, había osado imaginar samurái más iracundo y despreciado, más parecido a una pantera que a un hombre, que Kikuchiyo (Toshiro Mifune), y al mismo tiempo dotado de una sabiduría práctica y un sentido del humor invencible. El argumento es sencillo: un pueblo humilde bajo la amenaza de ser aniquilado por bandidos recluta siete samuráis desempleados para ayudarlos a defenderse. No así los perfiles de estos guerreros que, preocupados más en ocultar sus habilidades que en hacer alarde de ellas, invierten la imagen tradicional de la figura del samurái. Mifune encumbra esta inversión. Salta y corre como una bestia, pero en algún momento, con la velocidad que lo caracterizaba, despliega en su cuerpo y en su cara las expresiones más humanas posibles.